Madrid (EFE).- 38 años, zaragozana, sonrisa arrolladora, carácter vitalista y una personalidad que derrocha optimismo. Así es la nadadora paralímpica Teresa Perales, una atleta a la que la silla de ruedas no le impide lucir tacones de aguja de infarto. A María Teresa Perales la vida le cambio a los 19 años, cuando una enfermedad neurológica paralizó sus piernas