Y has vivido otra gran transformación, el descubrimiento del coaching.
Gracias al coaching he aprendido a enfrentarme a emociones que me bloqueaban, a simplificarme mucho. Cuando gestionamos bien las emociones, es todo mucho más sencillo, puedes llegar mucho más lejos. No tienes que ser el mejor para llegar más lejos, te lo garantizo. Mis rivales nadan más rápido que yo, pero he conseguido ganarlas, porque gana la velocidad que uno tiene en la cabeza. Me subo al poyete y digo: “Es mi momento”.
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