El comunicado de la banda terrorista ETA deja en muchos de nosotros una sensación agridulce. Por un lado, siempre que ETA lanza un comunicado como este, un rayo de esperanza parece que nos ilumina a todos como si fuera un acto reflejo. Un rayo de esperanza, eso sí, marcado por el escepticismo que nos viene por el cansancio y el hastío por unos comunicados y unas propuestas de paz que siempre acaban en lo mismo, con el fin de la tregua y la vuelta a lo que ellos califican como «lucha armada», y a lo que nosotros denominamos actividad terrorista.
Y lamentablemente, este comunicado es insuficiente y no aporta nada nuevo a la situación. Con la proximidad de las elecciones municipales, pocos se fían de las verdaderas intenciones de la banda terrorista. De hecho, lo único que los demócratas podemos aceptar es la disolución de ETA y el fin de la violencia sin condiciones.
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